No, no me he equivocado, el título de este artículo es el correcto aunque parezca que no. Algunos se preguntarán que relación guardan entre si los periódicos en papel, los de toda la vida, los que se venden en quioscos y recintos similares, y se leen con calma en bibliotecas públicas y privadas, en cafeterías y restaurantes, en la cocina o en el salón de nuestra casa, con la nube, ese espacio perdido en la red que sirve para almacenar todo tipo de archivos, desde documentos a imágenes, pasando por vídeos y demás.
Diréis que los que pueden estar relacionados son los periódicos digitales y los servicios en la nube, y no lo discuto, os doy la razón, pero en este caso los tiros van por otro lado. Me refiero a un aspecto que relaciona dos sistemas aparentemente sin ninguna relación, la desaparición de ambos. Hace ya algún tiempo que se viene hablando de la caída en picado en la venta de periódicos en papel. Está claro que ello incide en la adopción de medidas por parte de las empresas que mantienen estos medios. El aviso más reciente lo hizo ayer mismo el director de «El País» al anunciar su transformación en un medio «esencialmente digital». Advirtió de que la edición impresa seguirá publicándose «durante todo el tiempo que sea posible». Podemos leer, para confirmar lo que contamos, la Carta abierta del director de EL PAÍS a la Redacción del periódico.
¿Y qué tiene que ver lo anterior con el almacenamiento en la nube? Aparentemente no guarda ninguna relación, pero si analizamos la razón de ser de ambos sistemas, veremos que sí. El negocio, con los beneficios económicos como fin, sustenta a ambos. Y si la carta del director de EL PAÍS nos descubre que el periódico en su versión de papel no produce beneficios, lo mismo ocurre con muchos servicios de almacenamiento en la nube, hay quizás demasiados, lo que provoca su desaparición. En este caso las consecuencias pueden ser graves para muchos usuarios ya que perderán los archivos que consideraban totalmente protegidos.
No hacemos nuestras afirmaciones gratuitamente. Aunque EL PAÍS sigue editándose en papel, ¿durante cuánto tiempo lo hará? De los múltiples servicios de almacenamiento en la nube, ¿cuántos podrán mantenerse activos? Está claro que los grandes, entiéndase Google Drive, OneDrive de Microsoft, iCloud de Apple y Dropbox no tienen aparentemente problemas. Hay otros que nacieron con mucho ímpetu y que hoy ya han desaparecido, como, por ejemplo, Wuala, o están a punto de desaparecer, como Lolabits. Y presuponemos que no serán los únicos.