El vídeo no es nuevo, está en YouTube desde el mes de marzo del año 2013. Lo acabo de descubrir en boingboing y no me he resistido a compartirlo con vosotros. Tal como nos cuentan en la descripción del mismo, es en realidad un timelapse que se ha filmado tras tomar fotografías durante una hora y media, a una velocidad de 3 fps. La reproducción se ha hecho mucho más rápida, a 24 fps, lo que produce la sensación típica de cámara lenta.
La masilla magnética se encarga de engullir, con pasmosa lentitud pero con gran eficacia, al imán en forma de hexaedro, constituido por neodimio, hierro y boro. Para ello, la masilla se va depositando uniformemente sobre el metal dorado. Sus partículas ferromagnéticas se ocupan de hacer el trabajo. En el proceso contribuye intensamente la gran potencia que posee el imán engullido, a pesar de su pequeño tamaño. Este objeto, la masilla, es capaz de borrar las bandas magnéticas que se encuentran en las tarjetas de crédito y similares.
La masilla es similar a la plastilina con la que muchos hemos jugado en la escuela, modelando pequeños objetos, aunque el material con el que está construida no tiene nada que ver con la otra. La gran diferencia radica en que ha sido elaborada con millones de partículas en las que prevalece el polvo de óxido de hierro. En si misma no es una masilla magnética ya que no incluye ningún elemento que le otorgue tal poder.
Es el poderoso imán el que convierte a la masilla en magnética. El cubo dorado le otorga esa propiedad a la masilla de hierro, al transmitirle parte de sus propiedades. Al producirse esta transmisión se origina una ordenación de las partículas, definiéndose los dos típicos polos, norte y sur, en cada una de ellas. Así se convierte en un imán temporal, que permanecerá activo aunque se extraiga el imán de tierras raras, el cubo dorado, que invadió la masilla. Tendrán que pasar algunas horas hasta que pierda ese poder. Después de que se pierda la imantación de la masilla, la alineación de las partículas.