Una de las principales características de la sociedad actual es que se ha convertido en eminentemente audiovisual. Hoy en día lo fotografiamos todo: la comida que degustamos, el viaje que estamos haciendo, el trabajo que realizamos… Tanto en los aspectos puramente profesionales como en lo personal y, sobre todo, en lo social tendemos a retratar nuestra vida para compartirlo con nuestros contactos. En esta evolución, los smartphones han tenido un protagonismo muy relevante y se han convertido en un competidor para las cámaras fotográficas convencionales. No obstante, éstas siguen teniendo un mercado importante y son muchos los amantes de la fotografía que no las dejan de lado. De hecho, se aprecia una tendencia por las cámaras retro, que cada año aumentan su número de ventas.
Y es que los fabricantes de cámaras han sabido adaptar su producto a la realidad del mercado para ganar adeptos y acercarse a los hábitos e intereses de los consumidores. Es cierto que los teléfonos inteligentes y las tablets mejoran día a día las prestaciones de sus cámaras hasta alcanzar estándares de calidad realmente altos, pero también es verdad que en las cámaras convencionales se han ido introduciendo mejoras relevantes. Por ejemplo, en la actualidad muchas de ellas vienen acompañadas de Bluetooth, programas de edición y efectos o conectividad con las redes sociales, por lo que muchos amantes de la fotografía, y también profesionales, ven cubiertas sus necesidades.
En ese sentido, cabe destacar que marcas de relevancia internacional han diseñado cámaras digitales de carácter profesional que acercan las gamas altas de este producto al usuario medio. Tal es el caso de las cámaras digitales de Sony y sus lentes intercambiables, que ofrecen una gran calidad de captura de imagen al tiempo que logran simplificar el uso de cámaras réflex para que cualquier persona pueda usar este tipo de equipos. Eso sí, quienes tomen la decisión de adquirir estas cámaras deberían intentar no caer en errores típicos a la hora de comprar una cámara reflex, como fijarse sólo en el número de megapíxeles que ofrece la cámara o no pensar en el equipo adicional que conviene tener para exprimir al máximo las posibilidades de un aparato de esta calidad.
En definitiva, todo parece indicar que la desaparición de las cámaras fotográficas convencionales no está tan próxima como algunos pronosticaron. A pesar de que las nuevas tecnologías, principalmente los smartphones y las tablets, se han erigido como un competidor serio y a tener en cuenta, los fabricantes de cámaras también han sabido adaptarse a los nuevos tiempos e implementar las posibilidades que ofrece el avance tecnológico. De este modo, se han sumado a la corriente que marcan los tiempos actuales en los que la fotografía y la imagen son parte de nuestro día a día, acercando la calidad superior al mercado común.
Yo creo que hay que llevar ambas cosas de la mano el analógico y el digital. Y me pongo de ejemplo, empece en esto de la fotografía usando cámaras digitales, pero mi amor por este arte es tan grande que me ha llevado a comprar un equipo analógico, es que quiero sentir esa sensación de hacer fotos mejor pensadas mas elaboradas y sobre todo experimentar