Ciencia y Tecnología

¿Por qué bostezar es contagioso?

Explicamos a continuación lo que formulamos en el título de esta publicación. El bostezo de varias personas que forman parte de un grupo se debe, al parecer, al contexto en el que nos encontramos.

¿Por qué bostezar es contagioso?

Son las dos de la tarde y varios amigos nos encontramos para comer en un restaurante. Empezamos a comer con calma, y tras más de una hora hemos terminado. Algunos aún están tomando un café y vemos que uno de los asistentes empieza a bostezar. Pero no se queda ahí, al primero le acompaña otro, y así muchos más. ¿Qué está pasando?

No sólo los seres humanos bostezamos, hay muchos animales que también lo hacen. En la lista se encuadran desde los lobos hasta algunos pájaros. Nosotros empezamos a hacerlo cuando somos unos niños. La duda surge por que bostezamos cuando vemos a otra persona hacerlo.

Por qué bostezamos

Nosotros y muchos animales bostezamos desde siempre. Ello significa que se trata de un mecanismo de supervivencia. Pero, ¿qué fin tiene bostezar? Existen varias hipótesis al respecto. Así podemos considerar que es necesario para proporcionar oxígeno al cerebro, para regular la temperatura corporal o con el fin de proporcionar una señal social.

No existe un consenso por parte de algunos científicos de que bostezar sirve para oxigenar el cerebro, ni de que ayuda a mantener la atención. Lo que sí aprueba una mayoría es que el bostezo contribuye a mantener el ritmo circadiano, lo que se considera como nuestro reloj biológico.

Está claro que la mayoría de los bostezos se producen cuando el cuerpo está en reposo, eso sí, sin que estemos dormidos. Es muy habitual que surjan cuando tenemos sueño y no nos quedamos dormidos. Lo normal es que se produzcan cuando el cuerpo no se encuentra en estado de alerta.

Sobre el bostezo contagioso

Se cree que el contagio de bostezos está ligado a la empatía. Las personas que padecen autismo o esquizofrenia son menos propensos a contagiarse de los bostezos, debido a que son menos receptivas. Existen una serie de investigaciones, recogidas en Sage Journals, que indican que factores externos como la respiración y la temperatura corporal podrían reducir y aumentar respectivamente el contagio de bostezos.

Los estudios efectuados en este terreno pueden mostrar unos resultados exagerados en ciertos sentidos ya que se llevan a cabo con grupos de personas. Ello trae consigo que la frecuencia de bostezos se incremente. De ahí que lo importante no sea ver a alguien bostezar sino la presencia y las interacciones dentro del grupo.

Conclusión

Se deduce, teniendo en cuenta lo que hemos contado, que si bostezas después de comer cuando lo hace tu compañero, el que tienes al lado, significa que el proceso está ligado a la existencia de un contexto compartido.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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