La palabra, me refiero a influencers, está de moda. La citan con frecuencia no sólo en Internet, también se escucha en programas de televisión, y aparece así mismo escrita en unos cuantos periódicos. Muchas personas, cuando la leen o la oyen, no saben a que se refiere. A pesar de que está relacionada con las redes sociales, espacios que examinamos a diario y en los que compartimos diferentes publicaciones y mensajes, muchos se preguntan: ¿de qué me estás hablando?
Hoy existen ciertas personas que poseen un alto nivel de credibilidad cuando informan sobre un determinado tema en las indicadas redes sociales. Ello las convierte en ideales para promocionar una determinada marca, un producto o cualquier noticia.
Ayer mismo estaba a la noche la tele encendida en el salón de mi casa. Yo me encontraba sentado delante del ordenador, buscando un tema sobre el que escribir un artículo y sin apenas atender a lo que aparecía y se decía en la pantalla del televisor. Salió un muchacho hablando no sé de que. Era un participante en uno de esos concursos que tienen una gran cantidad de seguidores. Cuando el presentador le preguntó al muchacho cuál era su profesión contestó con rapidez y sin dudarlo: soy influencer. Si he de ser sincero, la respuesta me sorprendió.
Empresas e influencers
Son muchas las empresas que recurren a un influencer para promocionarse. Los responsables de dichas empresas saben que tienen que buscar a alguien que sea capaz de generar opiniones, de crear un sistema de discusión centrado en el tema propuesto, el que gira en torno al producto que se promociona.
Está claro que no todos los que publican habitualmente en Facebook, Twitter o Instagram son influencers, aunque ellos crean que lo son. Evidentemente un personaje famoso, una actriz, una modelo, un jugador de fútbol, puede considerarse como un influencer, debido a la gran cantidad de seguidores fieles que tiene. Siempre que escriben algo, habitualmente acompañado de una fotografía u otra imagen o de un vídeo, es visto por todos los que les siguen y, además, reciben una gran cantidad de Me gusta y hasta, si es posible, se comparte la publicación.
Uno de los sectores comerciales que posee un mayor número de influencers es el de la moda. Para muchos usuarios lo que ellos y ellas dicen es dogma de fe, y si pueden, de inmediato van a la tienda que tienen cerca de casa o visitan la que hay en Internet con el fin de comprar el producto o productos que propone su ídol@.
Está claro que los influencers son elementos (con perdón) íntimamente relacionados con el marketing. Le ponen nombre a una marca, influyen a la hora de conseguir una buena alimentación, actúan como modelos, animan a la utilización de videojuegos, hacen más fácil la gastronomía, y mucho más. Cada día se incrementa la lista de categorías.
¿Cómo convertirse en influencer?
Está claro que no es fácil convertirse en influencer. Para empezar hay que hacer todo lo necesario para conseguir una gran cantidad de seguidores en la red o redes sociales en la que van a fijar sus actuaciones.
Y no basta con ello, también hay que ser original, despertar la atención utilizando frases que motiven a sus seguidores, invitándolos a que interactúen. Y aún hay más, como puede ser la creación de podcats en los que priman las conferencias que muestran las capacidades del influencer. ¿Te animas?