Al igual que nuestro cuerpo necesita ejercicio para mantenerse sano, el cerebro también lo necesita. Cada vez que nos hacemos mayores escuchamos cada vez más que hay que tener la mente activa.
Y no es sólo un rumor. A medida que envejecemos, nuestro cerebro se encoge y empezamos a perder neuronas. La doctora Kaarin J. Anstey señaló en una entrevista el envejecimiento del cerebro como atrofia cerebral.
Hay algunos cambios cerebrales que están vinculados a la enfermedad de Alzheimer y otros que se van mostrando en nuestros cerebros a medida que envejecemos. En ellos influye la genética, pero también las condiciones médicas y el estilo de vida.
Aunque las investigaciones no puede demostrarlo completamente, se ha podido comprobar que los adultos mayores, que se mantienen mental, física y socialmente activos, tienen un menor riesgo de demencia.
Si se mantienen las capacidades cognitivas lo más agudas posible a medida que envejecemos, el cerebro trabajará mejor. A partir de la mitad de los sesenta años se produce un declive normal relacionado con la edad, pero nuestro riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y demencia también aumenta a medida que envejecemos.
El secreto es mantener el cerebro en actividades constantes que mantengan las capacidades cognitivas lo más activas posibles y disponer de una vida social y alimentación única como se menciona en Batiburrillo. A continuación, te aconsejamos algunas de las mejores.
Únete a un club de lectura
No subestime a la lectura, es una de las mejores acividades para el cerebro. Además, del valor de entretenimiento, la lectura puede mejorar la memoria, reducir el estrés, mejorar la conectividad del cerebro y mantener la mente más activa durante más tiempo.
Leer no significa leer los post de las redes sociales. Un estudio de la Universidad de Stanford demostró mediante una resonancia mgnética que aquellos que leían a autores como Jane Austen mantenían de forma activa la coordinación de múltiples funciones cognitivas complejas. En otras palabras, hay que leer buenos libros. Formar parte de un club de lectura también tiene un aspecto social, que es muy bueno para socializar con otras personas.
Aprende un nuevo idioma
Según Lingoda, nunca se es demasiado viejo para aprender un nuevo idioma, y aunque los cerebros de edad avanzada no sean tan rápidos como los jóvenes, aprender un idioma siempre es un beneficio para la salud. Aprender un idioma no es sólo cuestión de palabras: también es sumergirse en una nueva cultura y abrir las puertas a un viaje único.
Jugar y hacer puzzles
Una de las mejores opciones para mantener el cerebro activo es Jugar a juegos desafiantes que te hagan pensar y sentir de forma diferente. Son buenos porque requieren un esfuerzo mental y un nuevo aprendizaje. Un estudio británico con más de 19.000 participantes descubrió que cuanto más regularmente jugaban los mayores de 50 años a juegos estratégicos, mejor funcionaba su cerebro. Para mantener la variedad, considera actividades clásicas como puede ser el póker, slots o blackjack. A día de hoy, existen webs como Vegas Slots Online donde se pueden acceder a más de 10 mil máquinas de juegos gratis, siguiendo el mismo método de juego que las físicas. Es decir, introduce la moneda, aunque sea virtual, elige las líneas de pago y pulsa el botón. Si no te gusta el juego puedes buscar, ya sea una clásica o de video, otro sin esperar que el jugador que está en la máquina acabe. Además, se puede seguir jugando y entrenando el cerebro siempre y cuando se quiera, ya que se todos los juegos están adaptados para móviles y otros dispositivos. Agiliza la memoria jugando y divirtiéndote.
Diversión social
Puede parecer sencillo, pero divertirse es realmente bueno para nuestro cerebro. Esto se debe a que la risa libera dopamina, un neurotransmisor que hace que nos sintamos bien y también nos ayuda a manter una conducta positiva y alegre. Y eso no es todo: reír también puede mejorar la función inmunitaria, aliviar el estrés y la ansiedad, aumentar nuestra tolerancia al dolor y mejorar la salud cardiovascular. Así que busca lo que te haga reir: únete a un grupo de monologues, ve películas de payasos, mira a tus humoristas favoritos en Internet… y lo más importante, hazlo con regularidad.