Aunque se tienda a asociar las alergias a la primavera, lo cierto es que el verano es una época en la que también proliferan mucho. Para evitarlas resulta clave mantener la casa limpia, ya que el polvo y los ácaros se acumulan con facilidad provocando un ambiente insalubre, que afecta especialmente a las personas alérgicas.
El problema es que, como bien sabemos, hacer tareas domésticas cuesta más en periodo estival, ya sea por el calor, o porque estamos de vacaciones en la casa de campo o de la playa y tendemos a relajarnos un poco más en este aspecto. Por ello, es fundamental con cocinas y baños fáciles de limpiar, al ser particularmente estos dos espacios los que más suciedad acumulan.
Otras causas de las alergias veraniegas
Con todo, hay otros motivos que convierten a los meses veraniegos en especialmente proclives a las alergias, ya que para empezar salimos más a comer y cenar fuera, lo que aumenta exponencialmente el riesgo a sufrir reacciones por ingerir algún alimento, debido también a que precisamente ese espíritu de relajación puede hacernos bajar la guardia a la hora de informarnos sobre posibles alérgenos en lo que estamos tomando.
Igualmente, este periodo puede ser potencialmente más peligroso para los niños alérgicos, al ser la supervisión paterna más laxa en vacaciones, sobre todo si se van a colonias o algún campamento. Por no hablar de lo que supone la proliferación de avispas y abejas para quienes tienen alergia a sus picaduras, siendo dos especies omnipresentes en verano cuando se juntan altas temperaturas y elevados índices de humedad.
Además, hay que valorar que el cloro de las piscinas en las que se refrescan niños y adultos también puede provocar alergia en la piel, que asimismo es bastante sensible a la incidencia del sol, que provoca esas subidas reactivas en la dermis que son tan características. Aunque ojo, porque hay personas a las que el protector solar les produce una alergia de contacto, por lo que en estos casos habría que evitar playas y piscinas, al menos en los horarios de incidencia solar más fuerte.
Por último, las frutas característicamente estivales pueden provocar igualmente alergias, más graves en el caso del melocotón, y más leves en el de otras como el melón o la sandía.
Recomendaciones para evitar las alergias en verano
Para evitar las alergias veraniegas los alergólogos e inmunólogos recomiendan en primer lugar mantener la casa adecuadamente higienizada, aunque también aconsejan limpiar con moderación, ya que hacerlo en exceso con productos químicos agresivos puede resultar perjudicial para la salud.
Asimismo, aconsejan ir exclusivamente a locales que puedan ofrecer una carta de alérgenos, y en el caso de los niños advertir de sus problemas alérgicos a los campamentos o colonias a los que vayan, y concienciarlos a ellos mismos sobre lo esencial que es que cuiden este aspecto.
Por supuesto, los especialistas también resaltan la importancia de prestar atención a cualquier síntoma anómalo que aparezca por mínimo que sea. Y en definitiva, no bajar la guardia porque estemos en vacaciones, y cuidar de la salud exactamente igual que el resto del año, entre otras cosas para poder disfrutar de los días de descanso sin contratiempos.