En la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis se ha llevado a cabo una investigación con el fin de averiguar si las pastillas que toman personas de 65 años o más, producen otros daños. Se descubrió que ello produce un mayor riesgo de demencia senil, de Alzheimer.
Se encontró así mismo que la toma de benzodiazepinas lleva asociado un incremento del 28 % en el riesgo de demencia. Sin embargo, cuando se recetaron benzodiazepinas a pacientes con un trastorno de ansiedad, no hubo una asociación significativa entre estos medicamentos y la aparición de dicha enfermedad degenerativa.
¿A que resultados llegó el estudio?
Los autores del estudio descubrieron que, si bien existe una asociación entre la ansiedad y la demencia, y una asociación entre las benzodiazepinas y la demencia, no existe asociación entre estos medicamentos y la demencia cuando se prescriben a personas con un trastorno de ansiedad.
Se sabe que la ansiedad en personas mayores puede estar relacionada con enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión, aislamiento social, inactividad física, trastornos del sueño, tabaquismo, obesidad, consumo de alcohol y carga de enfermedades crónicas.
A tener en cuenta
No está clara la prescripción de benzodiazepinas en personas de más de 65 años de edad. Existe una asociación entre el consumo de los medicamentos que contienen dichos elementos y el deterioro cognitivo a corto plazo, así como con las caídas y fracturas.
El doctor Jay A. Brieler, profesor asociado de medicina familiar y comunitario en la SLU, principal autor del artículo publicado en AGS – Geriatrics Healthcare Professionals, ha dicho lo siguiente:
«Como médico que trata con frecuencia a pacientes con trastornos de ansiedad, los estudios recientes que sugerían que el uso de benzodiazepinas podría contribuir a la demencia me preocupaban mucho. Tenía la idea de que si se usaba una benzodiazepina y se producían efectos secundarios, simplemente dejar de tomar el medicamento solucionaría el problema con el tiempo«.
«La cuestión complicada de estos estudios es que la ansiedad en sí misma también está asociada con la demencia. En la literatura médica todavía no estaba claro si la enfermedad o el tratamiento eran los culpables. Según nuestro trabajo, parece que ambos juegan un papel, pero sigue sin estar claro cómo interactúan entre sí«.
Características del estudio
En el estudio participaron 72.496 pacientes entre los años 2014 y 2021. Se trata de una investigación en la que se han utilizado datos de la vida real para llegar a las conclusiones indicadas. Las conclusiones y recomendaciones del estudio son las siguientes:
- La ansiedad se asoció con un aumento del 19% en el riesgo de demencia incidente, independientemente del uso sostenido de benzodiazepinas.
- El uso sostenido de benzodiazepinas se asoció con un aumento del 28% en el riesgo de padecer demencia.
- El uso sostenido de benzodiazepinas entre personas con trastorno de ansiedad no redujo ni aumentó el riesgo de demencia.
- La información publicada en diferentes medios que determina una asociación independiente entre la ansiedad y las benzodiazepinas con la demencia incidente es inclusiva.
Habrá que llevar a cabo más estudios para llegar a confirmar lo que se afirma en esta investigación. No se sabe con total certeza si existe una potente relación entre la ingestión de medicamentos contra la ansiedad y la demencia senil.