La Dark Web, o web oscura, se define como «el contenido de la World Wide Web que existe en darknets, redes que se superponen a la internet pública y requieren de software específico y configuraciones o autorización para acceder«.
Todos sabemos que cada vez son mayores los riesgos que se corren al utilizar Internet, no solo al navegar por la Web sino también al utilizar el correo electrónico, los servicios y las aplicaciones de redes sociales, y los programas de mensajería, entre otros.
Sobre la Deep Web
La Deep Web, no la Dark Web, es ese espacio que acoge notable información restringida para muchos usuarios, ya que no disponen de acceso al mismo. En él se pueden encontrar material de información académica, documentos legales y gubernamentales, o registros médicos, entre otras posibilidades de similares características.
Está claro que la Deep Web no tiene que ver con la Dark Web, aunque ambos espacios contengan, como hemos indicado, materiales restringidos al uso normal. La diferencia está en que en la Dark Web el contenido almacenado es de naturaleza criminal, que rompe todas las normas de la legalidad. Así es posible encontrar datos recogidos en acciones de hacking, entre otras posibles.
Sobre la Dark Web
En realidad, no se sabe con exactitud lo que contiene la Dark Web, ya que su acceso no es público, no aparece indexado en ningún motor de búsqueda.
Los ciberdelincuentes están actuando todos los días y a todas horas robando datos personales y de empresas. En muchas ocasiones almacenan lo que han robado en la Dark Web. Así, por ejemplo, si provocan un ataque a una entidad relevante y sustraen la información que se guarda de todos los usuarios registrados en la misma, la llevan al espacio del que estamos hablando, con el fin de venderla a los mejores postores.
Hay que ser precavidos
Para evitar estos males hay que tratar de no caer en las trampas que genera el phishing así como impedir que el ordenador, o el dispositivo móvil, se infecte con virus y otros tipos de malware.
Cuando los atacantes consiguen la información que desean, la suben a la Dark Web y la ponen a la venta, como hemos indicado. Los que tienen acceso a la misma, habitualmente tras realizar un pago por ello, la utilizan para presionar a los usuarios. La información personal, los datos de tarjetas bancarias, los accesos a servicios específicos, son algunos de los paquetes vendidos en la Dark Web o web oscura.
Lo que hay que tratar por todos los medios es permanecer protegidos, otorgar el menor número de datos personales a servicios y organizaciones que no son confiables. Tenemos que evitar por todos los medios que nuestra información personal sea sustraible. La desconfianza debe estar por encima de la confianza en estos casos.