Lo que tu IP desvela sobre ti, y cómo ocultarla
Seguramente has visto una IP muchas veces y tienes una idea más o menos genérica de cómo son, pero ¿sabes lo que significan realmente esos lotes de números separados por puntos? ¿Sabes hasta qué punto pueden desvelar información crítica sobre ti? Acompáñanos para aprender los aspectos esenciales de lo que es una IP, lo que representa en el contexto de internet, y los riesgos que comporta.
¿Qué es una IP?
Una IP (Internet Protocol) es, esencialmente, tu dirección postal de internet. Se expresa como un conjunto de números separados por puntos, donde cada set de números representa la dirección de un servidor diferente, hasta llegar a tu dispositivo personal. La IP determina la localización exacta de tu dispositivo y se articula con el protocolo TCP, que administra la forma en que la información de internet es enviada y recibida por ese dispositivo.
¿Qué información puede obtenerse a partir de mi IP?
Lo que una IP dice por sí misma es, simplemente, cuál es la dirección de internet de tu dispositivo. Ni más, ni menos. Esta dirección puede ser utilizada por posibles hackers o por software malintencionado para tratar de atacar los puertos de tu ordenador o tu teléfono y acceder a la información que almacenas en ellos, de manera que ocultarla es una de las principales formas en las que puedes protegerlos.
Otro posible riesgo de dar a conocer tu IP tiene lugar cuando se realiza un seguimiento de la misma. Tu IP va dejando ‘huellas’ por todo internet sobre las webs que visitas, los productos que compras, etc. El recorrido de tu IP por toda la red habla muy a las claras del tipo de persona que eres y proporciona datos fundamentales que pueden ser aprovechados para tratar de extorsionarte o de averiguar información crítica como, por ejemplo, tus contraseñas o los números de tu tarjeta de crédito. Al ocultar tú IP impedirás que pueda seguirse este ‘rastro’ y te mantendrás en un grado de seguridad mucho mayor gracias a tu anonimato.
¿Cómo puedo ocultar mi IP?
Hay varias formas de ocultar tu IP y cada una es útil en diferentes escenarios. Vamos a repasar algunas de ellas.
Ocultar tu IP con una VPN
Una de las formas más sencillas de ocultar tu IP consiste en conectarte a internet a través de una VPN. Una VPN es un servicio que te permitirá redirigir tu conexión a través de un servidor privado que reemplazará tu IP por la suya. De esta forma, todas las webs que visites pensarán que tu IP es la de tu VPN y nunca podrán tener acceso a tu IP real. Además, una VPN encripta de forma robusta todos los datos que envías y recibes, de manera que, incluso si tu conexión fuese interceptada por un hackeo, tus datos privados permanecerían completamente protegidos en todo momento.
Lo que es conveniente hacer es una Prueba de la velocidad antes de poner en marcha el VPN con el fin de averiguar posteriormente, tras activarlo, si éste está disminuyendo la velocidad de conexión a Internet.
Ocultar tu IP con el navegador Tor
Tor es un navegador de máxima seguridad que se apoya en una red privada de servidores con los que podrás enmascarar tu IP. Es un buen recurso para realizar consultas puntuales, aunque algo lento para usarlo en el día a día. Es importante recordar que determinadas acciones pueden quebrar la anonimidad de Tor, por ejemplo abrir vídeos de YouTube, utilizar BitTorrent o activar el JavaScript. Sin embargo, Tor puede ser un gran recurso de protección si se lo sabe utilizar correctamente.
Ocultar tu IP con tu móvil
Si necesitas cambiar de IP rápidamente para una consulta puntual, puedes conectar tu ordenador a un hotspot abierto desde tu teléfono y acceder a internet a través de tus datos móviles. La dirección desde la que estará conectado tu ordenador cambiará bastante con respecto a su IP original y quizá te resulte útil para sortear bloqueos puntuales o comprobar si puedes conseguir una pequeña variación en los precios de una agencia de viajes. Recuerda, sin embargo, que este recurso no oculta realmente tu IP, sino que simplemente la reemplaza provisionalmente por la de tu teléfono.
Ocultar tu IP con un Proxy
Similar a una VPN, un proxy te permitirá conectarte a internet desde un servidor externo y enmascarar tu IP con la suya. Sin embargo, los proxies no cuentan con un servicio de encriptación y, en muchos casos, se financian mediante la venta de tus datos privados, con lo que frecuentemente generan más problemas de los que solucionan. Por apenas un poco más de lo que te costaría un proxy puedes contar con el servicio más fiable y mucho más robusto de una VPN de máxima seguridad.