El tener que aguantar las ganas de hacer pis es algo a tener en cuenta. Es algo que ocurre a menudo, más veces de las deseadas. Vamos de viaje y no tenemos en donde orinar ya que no podemos parar nuestro automóvil en la autovía o autopista, estamos en la calle, a punto de llegar a casa, o nos encontramos en una reunión que no podemos abandonar. Esas y otras pueden ser las circunstancias que nos obligan a aguantar sin hacer pis. Aunque también nos podemos encontrar en un lugar sin espacio para hacer pis.
Existen también profesiones que impiden ir al servicio en cualquier momento, por ello, los profesionales de esos grupos, van adaptando su vejiga urinaria a sus necesidades. Con el paso del tiempo, ésta va adquiriendo mayor capacidad, basándose en la dilatación de sus paredes, con el fin de acumular mayor cantidad de orina. Esto es algo muy habitual aunque no es recomendable.
¿Cuándo se debe mear?
Está claro que se debe mear cuando se tienen ganas, pero no se debe hacer con demasiada frecuencia, con el fin de adquirir hábitos no recomendables en el futuro. Aunque es conveniente eliminar el líquido que han filtrado nuestros riñones cuando éste llega a un determinado nivel, debemos acostumbrar a la vejiga a que no se rinda a las primeras de cambio. Está claro, como ya hemos apuntado, que tampoco es recomendable que la vejiga adquiera un tamaño por encima de lo normal.
Si aguantamos mucho tiempo sin hacer pis, los músculos de los esfínteres, los que permiten pasar la orina del riñón a la vejiga, pueden sufrir deterioros. Lo que sí hay que tratar siempre es de controlarlos, apretarlos o liberarlos, según el momento y las circunstancias. Si no hay control, lo que ocurre con frecuencia cuando llegamos a edades avanzadas, la orina se acumula y se libera sin que lo podamos impedir. Por ello, la educación de los esfínteres, es algo que se debe llevar a cabo durante toda la vida. Eso sí, siempre que una enfermedad no trastoque las decisiones.
Control de la vejiga urinaria
Es evidente que la vejiga urinaria debe liberarse del líquido que acumula cuando éste llega a un determinado nivel. Ya lo hemos dicho y volvemos a insistir apuntando a otro problema que puede surgir, el de las infecciones bacterianas. Éstas son algo común, ya que la orina es un cultivo ideal para su desarrollo.
Otro de los graves problemas que puede producir la retención de orina es que ésta puede seguir el camino inverso y volver de la vejiga a los riñones, con fatales consecuencias. Ello puede producir una insuficiencia renal.
Lo mejor, está claro, es mear cuando uno lo necesita. Nunca debemos retener la orina durante mucho tiempo. Las consecuencias de ello están reflejadas en esta publicación. Si no es obligado, nunca debemos aguantar las ganas de hacer pis.