Las condiciones de vida y la medicina han prolongado la vida media del ser humano. A pesar de ello no son muchos los centenarios que habitan sobre la faz de la Tierra. Pero al parecer, dentro de 6 años, se va a producir un cambio drástico en este terreno. Según contó en el año 2011 Peter Smith, decano de medicina de la Universidad de Nueva Gales del Sur, estará en el mercado un medicamento que servirá para prolongar la vida hasta los 150 años.
Lo que no nos explican es como pasarán los últimos años de una vida tan larga los que ingieran las pastillas prolongadoras de la vida. Y, ¿qué pasará con la edad de jubilación? Después de cumplir los 65 (o 67, según la reciente normativa) aún nos quedarán (me subo al carro) 85 años por delante, veinte más de los ya vividos. Según la baronesa Susan Greenfield, neurocientífica en la Universidad de Oxford, las personas iniciarán a partir de los 65 una segunda vida laboral, sustituirán el trabajo centrado en actividades de tipo físico por otro en el que prima el trabajo intelectual.
Según la citada baronesa aún hay un problema por resolver, el de la enfermedad de Alzheimer. «No se puede eludir ya que entonces las consecuencias sociales y económicas pueden ser catastróficas», ha dicho. David Sinclair, experto en envejecimiento de la Universidad de Harvard, ha dicho que un número determinado de genes son los que controlan el ritmo que marca la llegada a la vejez. «Nuestro cuerpo tiene una extraordinaria capacidad para repararse a si mismo», ha dicho.
Ha explicado Sinclair que el resveratrol, un compuesto que se encuentra en el vino tinto (y otros productos), es capaz de prolongar la vida de levaduras, gusanos, moscas de la fruta y ratones, activando unas enzimas llamadas sirtuinas. Los ensayos clínicos actuales se centran en la elaboración de unas moléculas sintéticas mil veces más potentes que el resveratrol, que están demostrando su eficacia contra el envejecimiento en personas ancianas.
Visto en TheAge
