La emoción es uno de los términos, emparentados con la psicología, más difícil de analizar y definir. El motivo está en la gran cantidad de situaciones y aspectos en los que se emplea. De todas las acepciones posibles, la más utilizada, tal vez, es la que se refiere a un estado mental, a sentimientos en los que se muestra tristeza, alegría, miedo, odio, temor. Las respuestas del sistema nervioso vegetativo son aspectos a encuadrar también dentro de la emoción: cambios en el ritmo cardíaco, aumentos y disminuciones de la presión arterial, modificaciones en el proceso respiratorio, o sudoración excesiva. Una hormona, la adrenalina, tiene mucho que ver con la emoción. El incremento en su segregación está íntimamente relacionado con estados emocionales.
¿Qué es la adrenalina?
La adrenalina es una hormona segregada por las glándulas suprarrenales que actúa como neurotransmisor en determinadas sinapsis del sistema nervioso central y del periférico. Su importancia viene señalada por el hecho de que su liberación por las glándulas suprarrenales se halla íntimamente conectada con la emoción.
Huir o luchar
Cuando un animal se ve amenazado, puede responder de dos maneras: huir o luchar. En uno y otro caso, en su organismo aparecen las señales inequívocas de la emoción: su corazón empieza a latir más deprisa, su tensión arterial asciende, el flujo circulatorio abandona el tubo digestivo y se dirige a los músculos, su respiración se hace mas profunda…
Posibilidad de accidentes cardíacos
La mayor parte de estos fenómenos se deben a la secreción de adrenalina, de ahí la importancia de las emociones para el sistema cardiocirculatorio. Si ante una emoción el corazón late más deprisa y la tensión arterial aumenta, se comprende la posibilidad de accidentes cardíacos en personas enfermas o altamente emotivas.
La noradrenalina
Algunos trabajos demuestran que quizá en la emoción intervenga también otra hormona, la noradrenalina, que se segrega, asimismo, en la médula suprarrenal. Parece que la noradrenalina produce una constricción de los pequeños vasos sanguíneos y, por tanto, un aumento de la resistencia a la circulación de la sangre.
Miedo y agresividad
Aunque no se halla del todo confirmado, parece ser que la adrenalina se segrega, sobre todo, en situaciones de miedo mientras que la noradrenalina surge en situaciones de agresividad. Resulta posible, pues, diferenciar químicamente dos tipos de emoción. En favor de esta hipótesis se ha comprobado que los animales salvajes agresivos tiene más noradrenalina que adrenalina, mientras que en los temerosos -el conejo- ocurre al revés.
Los niños, que todavía no han aprendido a tener miedo, también parecen poseer más noradrenalina que adrenalina.
Fuente: Temas Clave – El cerebro
Autor: Juan Masana Ronquillo
Es evidente que la emoción y la adrenalina están completamente ligadas. Cuando sentimos emoción por algo, nuestra adrenalina sale disparada y hace que nos sintamos más felices. Por ello, es importante hacer practicar actividades que nos hagan emocionarnos y soltar adrenalina. Nosotros creemos que el airsoft es una actividad ideal para estos casos, pues consigue que tu cuerpo libere la adrenalina que necesitas para sentirte plenamente feliz.