La alcoholemia es quizás el delito contra la seguridad vial más común en España. Este se encuentra tipificado en el artículo 379.2 del Código Penal donde se detalla que comete una falta grave quien conduzca bajo los efectos del alcohol. Así que, si es atrapado, se someterá a un juicio por alcoholemia. Aprendamos más sobre este tipo de proceso judicial
Delito de alcoholemia: ¿Qué es?
Se considera conducta penada a la conducción de un vehículo motor o ciclomotor, mientras se esté bajo la influencia del alcohol, las drogas, estupefacciones y sustancias toxicas. A toda persona que se le detecte un nivel superior limite legal, se le impondrá una sanción. Para eso, se le citará ante un juzgado por lo que deberá buscar un abogado juicio rápido alcoholemia
De acuerdo con el código Penal, se considera delito de alcoholemia a pasar el límite de 0,60 miligramos por litro, a través de aire espirado. Además, se le puede ordenar una prueba de sangre, que, de superar los 1,2 gramos por litro, se confirma el delito de alcoholemia. En la mayoría de los casos, se detecta por aire espirado en controles en carretera.
Al sobrepasar las tasas máximas, incurres en la conducta delictiva, por cuanto, se abre la posibilidad de recibir una de las siguientes penas: prisión de tres a seis meses, multa de seis meses a un año y trabajos comunitarios por un periodo entre 31 y 90 días.
Ahora bien, la sanción implica también la privación del permiso de conducción por un tiempo que puede ir de 1 a 4 años. Esta pena dependerá de los daños ocasionados. Sin mencionar que, también tendrá que asumir los gastos de reparación de daños.
¿Cómo detectan el delito de alcoholemia?
Las autoridades gubernamentales, han dispuesto dispositivos policiales en las carreteras para evitar que los ciudadanos conduzcan bajo los efectos del alcohol. Por lo general, estos se instalan en zonas donde hay discotecas y festivales. También es común verlos durante las épocas de fiestas municipales o en Navidad.
También, en las vías más concurridas, se instalan operativos policiales que cuentan con alcoholímetros para hacer test de alcoholemia. No te puedes negar a realizarte el test ya que, este se encuentra respaldado por la Ley de Seguridad Ciudadana. En caso contrario, estarás cometiendo el delito de negativa, que se sanciona según el artículo 383 del Código Penal.
Aun cuando hay más formas de detectar un delito de alcoholemia como el etilómetro, utilizado en accidentes de poca gravedad. Y en caso de haber sido ingresado a un hospital. Se solicitará una prueba de sangre para medir la tasa de alcohol en ella. Por eso, lo más importante es que no conduzcas si has ingerido alcohol.
¿Qué es un juicio rápido por alcoholemia?
En el caso que un oficial de policía te atrape conduciendo bajo los efectos del alcohol, podrán detenerte y tomar una declaración. Puede que inmovilice el vehículo y lo mantenga retenido hasta que baje tu nivel de alcohol en el organismo. En algunos casos, también se impone una multa policial.
Cuando el caso no es sencillo, se procede a entregar una citación que te hará comparecer a un juicio rápido por alcoholemia. Esta modalidad procesal agiliza el trámite tanto de la investigación como del enjuiciamiento en este tipo de delitos.
Según la ley, el ciudadano debe comparecer al tribunal en un plazo de cinco días. Primero se hacen las diligencias urgentes, se leen los derechos y se solicitan antecedentes penales. Claro, todo este proceso debes pasarlo con un profesional legal a tu lado. Por eso, una excelente opción son los especialistas en juicios rápidos por alcoholemia como los de JR Abogados, Despacho dirigido por el prestigioso abogado don José Ramon Felipe Condés.
En el juicio rápido, se toma la declaración de aquellas personas perjudicadas en el caso de que haya ocurrido un accidente. Tal proceso sería más complejo pues, también se debe tener en cuenta las repercusiones que traerá la aseguradora. Sin embargo, el juicio de alcoholemia no tiende a ser muy largo.
Tienes dos opciones: defender tu inocencia en caso de que en realidad no hayas bebido y quizás se trate de un error del dispositivo de medición o bien, reconocer la culpabilidad. En este último caso, se debe negociar con el Fiscal para reducir la condena. Por lo general, esta es la vía más frecuente en los procesos de alcoholemia.