Así de claro. Todos los que se pasan mucho tiempo, horas, cada día enganchados a los videojuegos padecen un trastorno de salud mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho al respecto: «Es un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente tan severo que tiene prioridad sobre otros intereses de la vida«.
Es lo que nos cuentan en NBCNews. Los padres deben tratar por todos los medios de que sus hijos no pasen tantos periodos de tiempo, largas horas, delante de la pantalla. Deben renunciar a la comodidad que supone el dejar que sus hijos se entretengan con los videojuegos, sin tener que buscar nuevas formas de entretenimiento.
Lo que dice la OMS
Shekhar Saxena, experto de la OMS en salud mental y abuso de sustancias, ha dicho que se descubrió en la investigación que algunos de los casos examinados, los más graves, corresponden a jugadores que están enganchados hasta 20 horas diarias. Ello trae consigo la ausencia del tiempo necesario de descanso, el comer muy poco, la falta de atención y de trabajo en la escuela o colegio, entre otras pérdidas de actividades diarias que son necesarias para un desenvolvimiento saludable.
Para prevenir el mal debe realizarse una detección del mismo con tiempo, cuando el problema se encuentra en sus inicios. Si se trata de un comportamiento ocasional o transitorio, no debe dársele importancia, pero debe vigilarse durante un año para comprobar si se trata de un trastorno.
Lo que dicen las empresas creadoras de videojuegos
Las empresas implicadas en el desarrollo de videojuegos no están de acuerdo con lo que ha dicho la OMS. Un grupo de plataformas incluidas en dicha industria ha dicho al respecto: «Nuestros productos fueron disfrutados de manera segura y sensata por más de 2 mil millones de personas en todo el mundo en todo tipo de géneros, dispositivos y plataformas«. Consideran así mismo que el valor educativo, terapéutico y recreativo de los juegos era fundado y reconocido, y ha recomendado a la OMS que reconsidere su postura.
Conclusión
Es evidente que en todo hay que ser comedido, que no se debe abusar de nada. Los videojuegos entran en este grupo, sobre todo cuando los que los disfrutan son niños, adolescentes y jóvenes. Por ello, aunque en parte estamos de acuerdo con la industria que los ampara, no desdeñamos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Se puede jugar, pero con tiento.
