Saltarse un semáforo en rojo entraña siempre sus riesgos, sobre todo si el dispositivo que regula el tránsito (mejor que tráfico) se encuentra en un cruce de calles. Ya sabemos lo que ocurre en ocasiones cuando algún inconsciente acelera en el momento justo en el que el color naranja se convierte en rojo. Un error de cálculo puede ocasionar un mal irreparable que afecta al que lleva prisa y al que cree que la vía esta expedita.
Lo que si entraña un riesgo de alto calado es saltarse un semáforo en las circunstancias que se muestran en la fotografía. ¿Es normal que un avión (mejor avioneta) se mueva a una altura tan baja? Nunca había visto nada igual. Compara la altura a la que vuela con la que tiene el autobús parado. Tras examinar la imagen con detenimiento podemos llegar a la conclusión de que es algo habitual en la zona: los conductores de los vehículos parados no muestran sorpresa alguna, si así fuese, seguro que alguno saldría del coche y se echaría a correr. ¡Para enmarcar!