En alguna ocasión nos hemos hecho la pregunta que da título a este artículo. ¿Por qué la distribución de los seres sobre la faz de la Tierra ha seguido las pautas que conocemos hoy? La primera respuesta fue dada en el siglo XIX.
En 1876, Alfred Russel Wallace publicó un libro con el título de Distribución geográfica de los animales, en el cual se ponía ya de manifiesto la existencia en nuestro planeta de una serie de regiones caracterizadas por las formas de vida existentes en las mismas.
Aunque esta primera división realizada por Wallace se basaba fundamentalmente en los vertebrados, es también aplicable a animales inferiores y, con algunas modificaciones, a las plantas. Pero, ¿por qué se ha llegado a esta distribución de los seres vivos? ¿Cómo es posible que zonas muy próximas, pero que pertenecen a regiones distintas, posean una fauna y una flora totalmente diferentes?
Sobre la distribución de los seres vivos
Para explicar la distribución actual de los seres vivos hay que tener en cuenta dos principios: primero, que la distribución de tierras y mares varía, lo que afecta profundamente al clima y, segundo, que las zonas con clima constante y favorable son zonas de acumulación de organismos, donde se van subdividiendo taxonómicamente hasta alcanzar un alto grado de especialización, mientras que las zonas de clima cambiante son favorables a la creación de nuevos tipos de organismos, más plásticos y generalistas, que posteriormente se expanden centrífugamente a áreas más extensas.
Hoy día, gracias al descubrimiento de la expansión de los fondos oceánicos, se acepta sin discusión la teoría de la deriva continental, y se estima que los continentes se separan (por ejemplo, América de Europa y Africa) con tasas de 2 a 20 cm al año.
Si nos remontamos a comienzos del Secundario (unos doscientos treinta millones de años atrás), tenemos que los continentes, agrupados en el Primario, se empiezan a escindir por el este en dos grandes bloques: Laurasia al norte y Gondwana al sur, separados por un brazo de mar, el Thetys, que, permitiendo algunas conexiones, se extendió de este a oeste, cerca del Ecuador.
Una dispersión centrífuga importante de nuevos grupos de organismos se Inició a finales de la Era Primaria, probablemente al sur de la zona de Gondwana, sometida a glaciaciones y cambios climáticos (la mayoría de órdenes de reptiles fueron o son de origen austral), y se diferenciaron en los dos bloques cerca del Thetys.
A mediados de la era Secundaria, el Gondwana se escindió en varios bloques más: primero, Australia y Antártida, luego, la India y Sudamérica, y no fue hasta el final de esta era cuando empezó a separarse Eurasia de Norteamérica, quedando la región de Behring unida durante el período de glaciaciones.
Al final de la Era Secundaria, justo cuando los mamíferos empezaron a diferenciarse, la separación de los continentes fue máxima. De esta manera, cada continente fue el núcleo de una radiación adaptativa propia, cada uno con versión local de una fauna, ocupando unos mismos nichos ecológicos. La región australiana queda como testimonio con su fauna de marsupiales.
La influencia del clima
Desde el Terciario, por lo menos, funcionó otro centro de nuevos grupos, esta vez desde el norte, sometido a fluctuaciones climáticas desde mucho antes de los períodos glaciales. La mayoría de los órdenes de mamíferos actuales se originaron en el hemisferio boreal. En esta Era, los continentes del sur y del norte se acercan: la India colisiona con Asía y África (siempre más o menos adherida por un Mediterráneo desecado parcialmente en ciertas épocas), y finalmente, a principios del Cuaternario, las Américas quedan unidas; esto sucede hace solo dos millones de años.
Los organismos procedentes del norte se dispersan, tendiendo a acumularse y diferenciarse en las zonas ecuatoriales. De ello ha resultado una región holártica, con pocas diferencias entre Eurasia (subregión paleártica) y Norteamérica (subregión neártica). Una región etiópica, con muchas especies holárticas. Una región oriental, con afinidades con la etiópica (elefantes, pangolines, lemures) y apenas diferenciable de ella en cuanto a plantas, pero con caracteres propios y con muchos animales derivados de diferenciaciones de grupos boreales. Y una región neotropical, que es la segunda, después de la australiana, que conserva más grupos antiguos, debido a ser ambas las que más tiempo permanecieron aisladas, aunque estén dominadas hoy por grupos nórdicos.
Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – Ecología. Publicado en el año 1982
Autora: María Rosa Miracle