Lo vemos todos los días. Los medios digitales, los diferentes canales de televisión o los periódicos en papel, nos hablan sobre lo que está ocurriendo con los refugiados. Vemos como multitud de personas llegan a nuestro país y a otros países europeos a través del mar en pateras. Tratan de que en los lugares de destino los acojan, ya que huyen de su país, en el que las condiciones de vida son infrahumanas. Solo piden amparo y ayudas para seguir viviendo.
Es evidente que el flujo de migrantes es desproporcionado, que sobrepasa todos los límites, pero ello no implica que no debamos acoger a los hombres, mujeres y niños que huyen de la guerra. Son muchos los gobiernos europeos que han arbitrado medidas para recibir y atender a estas personas. La mayoría llegan en malas condiciones. Su salud no es buena, por lo que hay que proporcionarles todos los medios necesarios para que recuperen una vida normal.
La ayuda humanitaria
Estamos hablando de la mayor crisis migratoria desde la segunda guerra mundial. En ACNUR nos dicen que ya son más de 68 millones las personas que han llegado, que han tenido que huir del lugar en el que vivían para no seguir sufriendo los impactos de la violencia. El desasosiego les acompaña. El miedo, que con el paso del tiempo forma parte del ser y el estar de estas personas, es muy difícil de vencer. De ahí la importancia de la donación de ayuda humanitaria. Con ella se podrán salvar muchas vidas y conseguir que la sonrisa se dibuje en muchos rostros en los que nunca, o rara vez, ha aparecido.
A tener en cuenta
En el año 2015 dio comienzo esta crisis migratoria, y se habló de que, tras las llegadas masivas de migrantes, terminó al año siguiente, en el año 2016. Pero sabemos que es un error, ya que, como indicamos más arriba, podemos observar que cada día llegan más personas pidiendo ayuda. Las causas que generaron la crisis siguen activas. Sabemos además que unos cuantos países europeos se oponen a la recepción de estas personas en sus territorios.
De ahí la petición de ayuda por parte de ACNUR. Con ella, con la ayuda, se tratan de solventar los problemas que aparecen cuando surge una emergencia inesperada. Las primeras actuaciones son cruciales para salvar vidas, de ahí la necesidad de disponer de un fondo de emergencia. Con este fondo será posible proveer de comida y agua, o aplicar vacunas, a todas las personas que llegan en unas condiciones inhumanas.
Conclusión
Cuando una persona huye del país que lo vio nacer, dejando todo lo que posee, significa que sus condiciones de vida y los temores que le acompañan cada día, rozan los límites de la viabilidad. Nadie puede vivir en un estado de constante tensión, un estado que le impide dormir y moverse sin riesgos. El presente y el futuro marcan nuestro devenir y cuando ambos se encuentran sumidos en un profundo pozo, hay que pensar en huir hacia otros lugares. Y eso es lo que le pasa a los que denominamos migrantes.
