Es una doble espiral de ácido desoxirribonucleico que constituye la base química, los cimientos, de la vida. Todas y cada una de las múltiples formas biológicas se construyen bajo el estricto control del ADN. Existe un tipo de código, diferente en cada ser vivo, que hace posible una enorme variabilidad, la que define todo el mundo orgánico.
Gametos y cromosomas
Sabemos que durante la reproducción sexual se produce la fusión de dos gametos, el masculino y el femenino, espermatozoide y óvulo, para dar lugar a una nueva célula que será el principio en la generación de un nuevo individuo. En cada gameto se albergan la mitad de los cromosomas que caracterizan la especie. La nueva célula, huevo o cigoto, contiene la dotación completa de cromosomas para la especie de la que se trate. En ese proceso se produce también la recepción de genes del padre y de la madre.
Moléculas de ADN
Todos los organismos se desarrollan mediante división celular. Los cromosomas se dividen o escinden longitudinalmente. Se cree que esta división se efectúa entre el par de bases que conforman la molécula de ADN. Esas dos espirales, ahora separadas y por consiguiente independientes, contienen muchas partes sin emparejar, que son atraídas por otras, las que están presentes en los nucleótidos, que se mueven con entera libertad por el núcleo celular. Se forman así dos nuevas espirales dobles, dos moléculas de ADN que son exactamente iguales a la original. Cada una de ellas se transmite a la célula hija correspondiente.
Sobre el ARN
El ARN (ácido ribonucleico) se ocupa de transmitir a las diversas partes de la célula la información que proporciona el ADN, con el fin de elaborar proteínas, las específicas de cada especie. Así surgirá un gato, una serpiente, un hombre o cualquier otro ser, desarrollado a partir del código genético, el que alberga el ADN.