El comportamiento social de las personas constituye, sin duda, un campo de estudio fascinante para cualquier observador. Pasamos la vida en constante interacción con otros individuos, ocupando nuestros pensamientos con ellos, tratando de agradarlos, procurando anticipar sus conductas hacia nosotros, etc.
A través de la interacción con otras personas, el ser humano va modelando su específico modo de ser y de comportarse, sus creencias y actitudes, en definitiva, su propio yo. En consecuencia, lo que somos, pensamos y sentimos es, en realidad, producto de la interacción social.
La vida humana resulta, pues, difícil de concebir fuera del marco de sus relaciones sociales: necesitamos a los demás para existir, desde el nacimiento hasta la muerte, y los niños lobo son un buen ejemplo de lo que ocurre cuando falta esa necesaria interacción con otras personas.
Psicología Soial
La Psicología Social estudia precisamente cómo los pensamientos, sentimientos y conductas de las personas son influidas por otros. Esta influencia puede producirse a través de interacciones cara a cara en las que dos personas se influyen mutuamente (por ejemplo, dos amigos).
Sin embargo, la interacción directa no es precisa siempre: así, un político no interactúa con sus votantes, pero sin duda éstos influyen en su vida al igual que, de algún modo, él influye en la de ellos.
Por otra parte, tampoco es necesario que la influencia sea mutua; puede ser solo en una dirección, como ocurre, por ejemplo, con la propaganda y la publicidad.
Finalmente, la influencia de otros no se manifiesta únicamente sobre la conducta de un individuo, sino también sobre sus modos de pensar, sus creencias, sentimientos, etc. Las actitudes políticas, los prejuicios raciales, así como un amor apasionado son buenos ejemplos de todo ello.
Las relaciones sociales
Por supuesto, el interés por cómo la gente se influye entre sí no es nuevo, y gran parte de los temas que hoy estudia la Psicología Social han sido objeto de interés a través de los siglos.
Los filósofos griegos se planteaban ya la naturaleza social del hombre, pero sus afirmaciones al respecto apenas eran más que pura especulación y mera conjetura; por ello pudieron formularse explicaciones diversas de la conducta social que, por supuesto, nunca se intentaron probar.
La Psicología Social científica
Así las cosas, hay que llegar al siglo XX para asistir al nacimiento de la Psicología Social científica. Hija a la vez de la Psicología y de la tradición sociológica, los primeros textos aparecen en 1908, si bien todavía con un carácter dudosamente científico.
De hecho, hasta pasado el primer cuarto de siglo no comienzan a surgir textos y trabajos ya más rigurosos, en gran medida coincidiendo con la II Guerra Mundial y el conjunto de problemas nuevos a estudiar (propaganda bélica, difusión de rumores y falsas noticias, liderazgo —Hitler—, conflictos raciales -judíos—) y con el traslado a EE.UU. de ciertos investigadores europeos (Moreno, Lewin) que encontraron allí un campo de acción más favorable para su trabajo, llegando a crear escuela.
Desde entonces hemos asistido a un constante crecimiento de las publicaciones y a un progresivo perfeccionamiento de los métodos de estudio, cada vez más alejados de la mera especulación metafísica.
Los psicólogos sociales
Actualmente, los psicólogos sociales tienden a pensar que el único modo de acceder a un mejor conocimiento de la interacción social y de la mutua influencia entre las personas es la sustitución de la especulación y la conjetura (por muy atrayentes que, a menudo, puedan llegar a ser sus formulaciones) por una observación cuidadosa y sistemática y una experimentación rigurosa y controlada, esto es, por el método científico-natural.
Como resultado de esta nueva metodología, mediante la cual el estudioso puede no solo observar sistemáticamente un fenómeno sino incluso «crear» o provocar dicho fenómeno para estudiarlo mejor, los psicólogos sociales modernos confían en llegar a comprender y explicar más adecuadamente la compleja vida social humana para, en su día, poder predecir, intervenir e incluso resolver algunos de los problemas sociales que afectan a la sociedad moderna.
Y, aunque el estudio científico de la conducta social es muy reciente, y por tanto aún queda mucho por hacer, disponemos ya de gran cantidad de resultados interesantes y podemos comenzar a ofrecer respuestas a algunos de los interrogantes clásicos sobre la influencia social.
Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – Interacción humana y conducta social. Publicado en el año 1982
Autor: José Luis Sangrador