Los Gestos Técnicos son los inventados para usar en una actividad concreta y particular. No tienen el menor sentido fuera de su campo y no pueden considerarse como parte de la corriente general de la comunicación visual. Constituyen un rango aparte, distinto de los Gestos Simbólicos, y de otros grupos.
Utilización de los Gestos Técnicos
Un ejemplo reciente y ya muy sofisticado es el de los Gestos Técnicos usados en televisión. El locutor que vemos en nuestras pantallas enfrenta al jefe de Estudio, el cual se comunica con el realizador a través de los audífonos y transmite sus órdenes al comentarista con gestos visuales.
Para advertirle que va a empezar a hablar en cualquier momento, el jefe levanta el antebrazo y lo mantiene rígido en el aire. Para que empiece, baja el brazo rápidamente con el índice señalando al locutor. Para decirle que se le está acabando el tiempo rota el índice como si fuera la manecilla del reloj, pero para comunicarle que alargue su actuación coloca las manos juntas ante el pecho y las separa lentamente («estira el tiempo»). Para decirle al locutor que se detenga en seco, el director finge la acción de degollar su propio cuello («¡Corta!»).
Estas reglas no están en ningún libro. Nacieron con la televisión. Otros Gestos Técnicos se encuentran en todos los sitios donde no sea posible la comunicación verbal. Los buceadores, por ejemplo, no pueden hablarse y necesitan una forma de advertirse mutuamente de situaciones peligrosas. «Sí», «no», «arriba», «abajo», «bueno», «malo», son fáciles de hacer, pero ¿qué ocurre si uno tiene un calambre? Se abre y cierra una mano rítmicamente. Un gesto muy simple que puede salvar una vida.
Gestos Técnicos en personas no especialistas
Muchas veces ocurre un desastre porque quien debe hacer el Gesto Técnico no es un especialista del medio en que se encuentra. Supongamos que se hunde un barco deportivo y sus ocupantes logran llegar a una pequeña isla, donde se arremolinan a la espera de un eventual rescate.
De pronto, aparece un pesquero y los náufragos agitan sus manos, los marineros contestan con otros movimientos similares y el barco desaparece. Si los náufragos fueran especialistas del mar, sabrían que en este medio agitar las manos significa solo un saludo.
Para indicar que uno se encuentra en peligro debe levantar y bajar los brazos rígidos a ambos lados del cuerpo, lo que significa ¡Socorro! El especialista tiene que estar en ambos lados para que la barrera de incomunicación pueda romperse.
Conclusión
Bomberos, operadores de grúa, señaleros de pista en los aeropuertos, croupiers de casino, camareros, directores de subastas, todos los que tienen que estar callados, ser discretos o no pueden ser oídos, desarrollan obligatoriamente un juego de señales. El resto de nosotros los ignora, a menos que quiera penetrar en su especial ambiente.
Fuente: El hombre al desnudo de Desmond Morris. Publicado, en el año 1977, por Muy Interesante, Biblioteca de Divulgación Científica