La verdad, si he de ser sincero, es que no entiendo nada. Me refiero a las bolsas de plástico, prohibidas en algunos países por su alto grado de contaminación, y recomendado su desuso en otros. Al parecer esto no es así, las bolsas de plástico no son tan contaminantes. Se pueden convertir en una bola, después de haber sido utilizadas, y depositadas en el contenedor de la basura antes de que la naturaleza se ocupe de destruirlas. Pero aún hay más. Aunque en algunos lugares, me refiero a supermercados y afines, cobran por ellas y, como consecuencia de ello, se sustituyen por otras reutilizables, que sólo hay que comprar en una ocasión, el método es peligroso. Este tipo de bolsas, las reutilizables, son malas para la salud, según se desprende de estudios recientes.
Para que una bolsa de algodón o material similar fuese más beneficiosa para el medio ambiente, tendría que ser utilizada unas cuantas veces, superando las cien. Esto significa que debería durarnos algunos años, porque, obviamente, la utilizamos una o a lo sumo dos veces (en algunas ocasiones puntuales) en una semana. Son los resultados del análisis efectuado por la Environment Agency británica. Si eliminamos una bolsa de ese tipo antes del ciclo indicado, el daño producido será mayor que el provocado por las bolsas de plástico de siempre, las que llevábamos (y aún llevamos, cuando las pagamos) utilizando durante muchos años.
Pero el problema es mayor. Las bolsas reutilizables se contaminan, lo que supone un riesgo para la salud. Una investigación de la Property and Environment Research Center, realizada en San Francisco (Estados Unidos), ha llegado a la conclusión de que los costos para la salud de la prohibición de las bolsas de plástico son elevados. Desde la prohibición del plástico como contenedor de alimentos y de otros productos, en el año 2007, se incrementaron las infecciones provocadas por bacterias, las que se van acumulando en las bolsas reutilizables. Para evitar estas infecciones habría que desinfectarlas después de cada utilización, algo que nadie hace.
Tras lo reflejado en los párrafos anteriores, formulo la pregunta que sirve de título a este artículo: ¿son mejores las bolsas de plástico que las reutilizables? Está claro que los responsables del cambio, o sus herederos, deben aclararse en este terreno. Deben, o deberían, contestar a esa pregunta.