Hay muchas posibilidades de que sea así, de que cada vez que te sientas en tu coche para conducirlo, una fría corriente recorre tu espalda. Tu tranquilidad se torna en nerviosismo. Son muchos los conductores que sufren ansiedad al volante. Algunos, estoy seguro, que no se desplazarían en su vehículo desde su casa al trabajo si no tuviesen la obligación de hacerlo.
Según los resultados de una investigación realizada por Attitudes, una iniciativa social de Audi, 13,8 millones de españoles, un 54% del total de conductores, sufre ansiedad cuando se sienta ante el volante. Las más propensas a este tipo de trastorno son las mujeres. Hay conductores que abandonan la conducción, un 19%, al no poder soportar ese estado de ansiedad.
Los conductores ansiosos, además de pasarlo mal, son más propensos a cometer errores y a cansarse más, ha dicho Joan Miquel Malagelada, director de investigación de Attitudes y catedrático de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Si eres de los que se pone nervioso, te preocupas en exceso antes de coger el coche y te sientes aliviado cuando lo dejas, te sudan las manos, te sobresaltas ante nada, perteneces al grupo de los ansiosos. Si sabes que la ansiedad te sume y evitas conducirlo, entras en el grupo del 41% de conductores que no quieren sufrir.
La comunidad que tiene más conductores ansiosos es Galicia, con un 33%. La que menos es Asturias, con un 13%. El comportamiento de los demás conductores, las condiciones climatológicas, el exceso de tráfico, la circulación en grandes ciudades, las prisas, las carreteras desconocidas o llevar el coche de otra persona, son, por este orden, los motivos que producen más ansiedad.
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