Recibido en mi correo (ya lo tenía publicado en Batiburrillo.net y ahora lo acabo de recuperar desde el fondo del baúl), como otras muchas de las historias que adornan esta sección. Es un dodecálogo (menuda palabreja que me acabo de inventar). Son doce recomendaciones para los que no saben que hacer cuando se encuentran en un supermercado, para los que se aburren, porque van de visita no de compras. Muy cerca del «frikismo», próximo a lo estrafalario, no creéis?
- Consigue 24 cajas de condones y colócalas al azar en los carros de la gente cuando no miren.
- Programa todos los despertadores de la sección hogar para que suenen en intervalos de 5 minutos.
- Haz un rastro de zumo de tomate en el suelo, camino de los servicios.
- Acércate a un empleado y dile en tono serio: «código 3 en hogar» y observa la reacción.
- Monta una tienda de campaña en el departamento de camping y diles al resto de los compradores que sólo les invitas si traen almohadas del departamento de camas.
- Cuando se te acerque una dependienta y te pregunte si te puede ayudar, empieza a llorar y pregunta: ¿por qué no me podéis dejar en paz?
- Mira fijamente a la cámara de seguridad y utilázala de espejo mientras pescas en tu nariz.
- Mientras miras cuchillos pregúntale a la dependienta si sabe donde están los anti-depresivos.
- Anda por el supermercado de forma sospechosa mientras tarareas en alto la música de Misión Imposible.
- Escóndete en los percheros y cuando la gente esté echando un vistazo grita «fóllame, fóllame».
- Cuando haya un aviso por megafonía ponte en posición fetal mientras dices «otra vez las voces…»
- Métete en un probador y grita muy alto : ¡eeeeh!, no hay papel.
muy bueno sobre todo la primera