Acabas de comprar unos zapatos. Los quieres estrenar esta noche pero, ¡oh desgracia!, te aprietan de tal forma que no podrás ponerlos. ¿Hay alguna solución? Llevarlos a la horma o seguir los pasos que nos marcan en el vídeo. Todos sabemos que el agua, al congelarse, aumenta de volumen. Sólo unas bolsas de congelado semi-rellenas de agua introducidas en los zapatos y el congelador nos servirán para dilatarlos. Ya no te lastimarán y los podrás llevar esta noche. ¡Imaginación al poder!
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¡Muy buenas consideraciones!
Sin duda, la elección de unos zapatos ideales es más importante de lo que pensamos. Nosotros, por ejemplo, apostamos por diseños con alzas con los que, además de ganar un par de centímetros, conseguirás la comodidad que tanto deseas.