Sabrás que cualquier momento es bueno para tomar un café, no importa la hora. No sé tú, yo me tomo habitualmente dos cada día, uno después de levantarme y otro tras la comida. Tengo amigos y conocidos que consumen cafés a todas las horas del día, desde que se levantan hasta que se acuestan. Para unos y para otros, para los consumidores sin descanso, para los que lo hacen ocasionalmente y también para los no cafeteros, he recopilado una serie de artículos que tienen el café como protagonista, en total ocho.
Hablando de y sobre el café
La cafeína se mezcla con el arte, se alían el sabor y el olor, sirve de disculpa para acudir a una pretérita invitación, ayuda a evitar el cáncer de próstata, muestra su terror al encontrarse como contenido de una taza, no aviva la depresión y ayuda a evitar los accidentes de tráfico. ¿Dispones de tiempo para leer los artículos? Para tu tranquilidad, no es obligatorio hacerlo. Aquí los tienes. ¡Disfrútalos!
La cafeína aumenta las señales cerebrales
Los amantes del café, los que toman dos, tres o más cada día, defienden que no pueden pasar sin ellos, que los necesitan para desenvolver sus actividades diarias. Una nueva investigación, cuyos resultados se han publicado en la revista Nature Neuroscience, descubre que una cierta dosis de cafeína fortalece las conexiones entre las células cerebrales del hipocampo. Aunque los experimentos se han realizado con ratas, todo indica que los resultados se pueden extrapolar a los seres humanos.
¿En dónde está la taza?
No recuerdo cuando me empezó a gustar el café. No sé cuantos años tenía cuando tomé mi primer café con leche y tampoco cuando el chorro de líquido negro y aromático se depositó sobre una pequeña taza, tal vez blanca, para que pudiese degustarlo. Tengo que reconocer que tras esa primera vez vinieron otras muchas. Ahora tomo dos cada día, en alguna ocasión tal vez tres. Cuando me levanto lleno un tazón con café y leche, lo bebo a pequeños sorbos acompañados por mordiscos a un trozo de bizcocho. Después de comer me tomo un pocillo de café solo. Y me sientan bien… el de la mañana y el de la tarde.
Diferencias entre el olor y el sabor del café recién hecho
A los que nos gusta el café, lo comprobamos todos los días. Nos acabamos de levantar. Nos acercamos a la cocina. Preparamos la cafetera: agua y café molido puro. Pasan unos instantes. El líquido elemento traspasa el fino polvo marrón oscuro. El olor es delicioso, y aún lo es más cuando lo vertemos en la taza. Estábamos ligeramente dormidos y despertamos de golpe. Un delicioso aroma impregna la cocina.
Venid cualquier día a tomar un café
Se conocieron en una boda. Los invitó un amigo común. Coincidieron en una misma mesa los cuatro, maridos y mujeres. Hablaron, se rieron, quedaron en volver a verse algún día. Y hoy coincidieron ellas en la calle. Se saludaron, volvieron a hablar y a reírse. Una le dijo a la otra: venid cualquier día a tomar un café. Una frase típica y tópica, de esas que se repiten en múltiples ocasiones sin analizar su contenido, sin pensar en las consecuencias de lo que encierra. Pasó una semana y los invitados decidieron hacer efectiva la invitación…
El café contra el cáncer de próstata
Todos tomamos café alguna que otra vez al día, aunque también hay personas que no lo prueban. Ahora, un grupo de investigadores de la Escuela Médica de Harvard, han descubierto que el consumo de café, eso sí en grandes dosis, previene el cáncer de próstata avanzada, esa enfermedad típica en los hombres cuando llegan a una determinada edad.
Aterrorizado café
Hay muchos momentos en el discurrir de nuestra existencia en que una mueca de terror se dibuja en la cara. Si examinamos la historia, si rebuscamos en distintos episodios, descubrimos imágenes que denotan terror, que dibujan hechos que afectan de manera traumática el ser o el estar siendo de personas y grupos sociales. Se muestran rostros aterrorizados, fiel reflejo de la realidad inmediata, la que se está viviendo en ese preciso instante.
El café y los accidentes de tráfico
Se realizó un completo análisis con más de 500 camioneros que habían sufrido accidentes de tráfico y con otros 500 que nunca los sufrieron. En ese análisis se evaluó el consumo de café y de otras bebidas que contienen cafeína. Los que consumían estos productos tenían menos probabilidades de padecer un accidente, un 63 por ciento inferior a los que no tomaban café.
Me encanta el café tanto como el artículo, ¡Enhorabuena!
No puedo estar más de acuerdo con que el café recién hecho cambia totalmente respecto a uno soluble. Me da pena que haya tanta gente que siga ignorando los efectos positivos del café para la salud, consumiéndolo como todo con moderación. Además tiene que ser un café de calidad como el que tenemos en Herbolario Ágave