Unos dicen que sí y otros que no. Yo me apunto a los del primer grupo, los que dicen que el tomar vino es bueno para el cerebro. Y a esa conclusión han llegado en un estudio publicado en la revista Scientific Reports hace ya algún tiempo. Existen otros más recientes que confirman lo dicho en el que indicamos.
Los responsables de la investigación dicen que el tomar vino cada día, eso sí sin abusar, contribuye a un buen mantenimiento del cerebro. El beber dos vasos de vino (¿tinto mejor que blanco?) diarios es bueno para evitar el Alzheimer.
Consumo moderado de vino
El consumo de alcohol en una medida adecuada evita la acción de ciertas toxinas que afectan al cerebro e impide la inflamación de arterias y neuronas. “La ingesta prolongada de cantidades excesivas de etanol se sabe que tiene efectos adversos en el sistema nervioso central”, ha dicho Maiken Nedergaard, co-director del Centro de Conversión de Neuromedicina en la Universidad de Rochester Medical Center (URMC) y autor principal del estudio.
Ha añadido que «sin embargo, en este estudio hemos demostrado por primera vez, que las dosis bajas de alcohol son potencialmente beneficiosos para la salud del cerebro, es decir, que mejoran la capacidad del cerebro para eliminar los residuos«.
Los riesgos del consumo excesivo de alcohol
Queda claro que el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud pero la ingestión moderada de vino es, por lo que se ve, beneficioso. No es el único informe que habla de este beneficio, pero opino que es el primero que habla de los beneficios que produce en el desenvolvimiento de una enfermedad, cada vez más frecuente en las personas de edad, la enfermedad de Alzheimer. Hay que tener en cuenta que el tomar dos vasos de vino contribuye así mismo a evitar enfermedades cardiovasculares y un buen número de cánceres.
La investigación de Maiken Nedergaard se centra en el sistema glinfático, el que se ocupa de la limpieza del cerebro, de la limpieza de desechos del sistema nervioso central, que fue iniciada en el año 2012. Se comprobó como el líquido cerebral cefalorraquídeo (LCR) se bombea en el tejido cerebral y elimina residuos, incluyendo las proteínas amiloide, beta y tau, que están asociadas con la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
El estudio que citamos, realizado con ratones, analizó los resultados de la exposición aguda y constante al alcohol. Se comprobó que los cerebros de los roedores, expuestos al consumo profundo durante un largo periodo de tiempo, generaban un marcador molecular que propugnaba la inflamación en unas células denominadas astrocitos que se ocupan de regular el sistema glinfático. Se detectaron también deterioros en las capacidades motoras y cognitivas de los ratones.
Los animales que fueron expuestos a bajos niveles de alcohol, mostraban menos inflamación en sus astrocitos y en su sistema glinfático. Ello contribuyó a eliminar los residuos innecesarios, lo que significa que es bueno para reforzar el funcionamiento cerebral.
Conclusión
«Los estudios han demostrado que el consumo de alcohol, de bajo a moderado, se asocia con un menor riesgo de demencia, mientras que el consumo excesivo de alcohol durante muchos años confiere un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Este estudio puede ayudar a explicar por qué ocurre esto. En concreto, las dosis bajas de alcohol parecen mejorar la salud general del cerebro«, ha dicho Nedergaard, como conclusión del estudio.