Alguien decía el otro día que si los niños fuesen acostumbrados a convivir con mascotas, fundamentalmente perros y gatos, la humanidad sería menos violenta. Los que ya convivimos con alguno de estos seres aprobamos el sentido de la afirmación, sabemos que ellos nos dan todo a cambio de nada, que siempre estarán a nuestro lado, que nunca nos abandonarán. Su sufrimiento desaparece con una caricia nuestra. No disponen de lo que conocemos como inteligencia, algo que sólo adorna a los humanos (a unos más y a otros menos), pero tienen algo que los convierte en únicos. Su fidelidad es incuestionable, y no tiene límites. ¿Lo dudas?
Después de localizar al gato perdido
La fotografía que os ofrecemos, publicada en Imgur, confirma lo que he escrito en el párrafo anterior. ¿Qué está pasando, cómo se han compinchado el gato y su amo para adoptar la actitud que se vislumbra? Al parecer todo surgió después de que el hombre que tiene un botellín de cerveza en su mano derecha localizase a su querido gato tras estar perdido durante cuatro días en el bosque.
Duncan, así se llama el gato, se relajó y se sumió en un sueño reconfortante. Adoptó la misma postura que el hombre que lo encontró. Ambos están felices, disfrutando de un merecido sueño reparador. ¿Qué habrá pensado el gato cuando se dio cuenta de que su amo lo había encontrado? Porque, hay que decirlo, los perros y los gatos si que piensan, y se emocionan, aunque no lo muestren. ¿Lo dudas?