En una guerra como la que estamos viviendo desde hace un mes en Ucrania, cuando, a priori, las fuerzas militares están tan descompensadas entre un bando y otro, el ingenio de la población puede convertirse en una de las mejores armas de defensa.
Así lo han demostrado un par de ciudadanos ucranianos que, tirando de un gran ingenio y de ciertas nociones de mecánica han conseguido convertir un BMW de segunda mano descapotable de la Serie 6 en una potente arma antiaérea capaz de alcanzar y derribar aviones, helicópteros y drones rusos.
Aunque pueda parecer que el arma tenga poca efectividad, la realidad es totalmente la contraria. Se trata de un arma seria, similar a otras (aunque con instalaciones menos rudimentarias) utilizadas en muchos lugares como arma antiaérea de corto alcance debido a su alto calibre y su respetable capacidad de destrucción al abrir fuego. Por ejemplo, una versión parecida está montada en el tanque T-72, un tanque ruso de alta resistencia que ha estado en la primera línea de combate en esta invasión.
Pero nada más lejos de la realidad, esta similitud en el arma en si montada en el descapotable es la única similitud entre el Serie 6 E64 y el carro de combate ruso T-72. Como es obvio, el deportivo de la marca alemana no es un vehículo ideal para llevar un arma pesada a una zona de guerra activa, ya que no está blindado, requiere un mantenimiento importante, tiene una pequeña altura respecto al suelo y no estaba disponible con tracción total o a las cuatro ruedas.
¿Cómo hicieron el montaje?
Como podemos ver en Twitter, donde el vídeo del vehículo en cuestión ha alcanzado cerca de un millón de reproducciones, no había demasiadas posibilidades a la hora de encajar el arma y su soporte, puesto que la parte trasera de este modelo de BMW es muy pequeña. No les quedó más remedio que integrar el soporte en el maletero de forma que el arma pueda usarse de rodillas sobre los asientos traseros del coche. La comodidad no será la mayor ventaja del dispositivo, pero también es cierto que los tanques tampoco deben serlo.
Si tenemos en cuenta las limitaciones físicas del coche y que el uso para el que está pensado no es el de soportar la carga de semejante arma, más la munición necesaria y sumando el peso de, al menos, un conductor y un tirador, parece probable que la integridad estructural de este peculiar “carro de combate” estará sometida a serios problemas.
En cualquier caso, es interesante que alguien sea capaz de pensar y llevar a cabo algo como esto. Y no sólo porque, desde el punto de vista automovilístico, demuestra la versatilidad que puede tener cualquier vehículo, sino porque también deja bien claro la determinación del pueblo ucraniano para resistir la invasión con todo lo que tiene.