En Internet existe un enorme almacén de páginas web que muchos conoceréis, llamado The Wayback Machine. Batiburrillo.net, que nació (aún sin dominio propio) en el año 1996, tiene muchas páginas guardadas en esta máquina del tiempo que, según nos cuentan, conserva completas o en parte 439 mil millones de páginas.
Me he puesto a buscar, buceando en el pasado, con el fin de encontrar algunos de los artículos que he escrito. Reconozco que estoy un poco cansado, ya son las seis y media de la tarde de un domingo agotador, y he planeado por encima, a poca altura. Otro día os traeré algo más.
El artículo está fechado en el 4 de octubre de 2002. Su título es Pide dinero para saldar deudas de tarjeta crédito… y tiene éxito. La información la había obtenido de IBLNEWS, de una reseña escrita por Francisco Javier Jane. Así era el artículo que escribí:
Internet es, por momentos, el reino de lo inesperado. Una veinteañera neoyorquina ha abierto un sitio web, con tanto éxito como descaro, en el que pide dinero (20.000 dólares) para saldar la deuda de su tarjeta de crédito, causada en buena medida por comprar ropa de Prada y otros diseñadores de lujo, además de hacerse manicuras y otras «estupideces», según admite ella misma. Karyn, que así se llama, tiene como lema «Credit cards are bad!» (las tarjetas de crédito son malas) y en su sitio web, www.savekaryn.com, efectúa una apelación al colectivo internauta: «Juntos podemos eliminar la deuda de la tarjeta de crédito de mi vida», dice.
A cambio de la ayuda, explica cómo se ha metido en el problema, ofrece información de su vida y milagros, trucos de cómo ahorrar, enseres que ha puesto a subasta en eBay, los e-mail favoritos que ha recibido y también cómo está empleando el dinero de las donaciones.
Lo increíble es que ha recibido más de 1.000 dólares y ha obtenido más de 300 dólares en ventas a través de eBay. Hasta The New York Times le ha dedicado un artículo en sus páginas locales, desvelando que tiene 26 años, vive en Brooklyn y procede del Medioeste del país.
Sólo cuando fue despedida de su empleo -trabajaba en una productora de TV- hace cuatro meses, se dio cuenta de la deuda contraída. Karyn confiesa que ha recibido, además de mensajes de correo y donaciones de todo el mundo, incluyendo Noruega, Australia y Sudáfrica, un contacto por parte de un estudio cinematográfico interesado en adquirir los derechos de su historia. Curándose en salud, dice que si todo va a más y consigue saldar su deuda, cederá el dinero restante a obras benéficas.
A tener en cuenta
Han pasado los años y www.savekaryn.com ya no existe como tal, el dominio fue en principio redirigido a otro nuevo, Pretty in the City, de la misma chica, hoy ya con más de cuarenta años. El segundo sitio también ha desaparecido, pero Save Karyn no se rinde, y continúa en sus trece.
Puedes comprobarlo si accedes a Save Karyn: One Shopaholic’s Journey to Debt and Back. Una prueba de la fama que ha adquirido la muchacha es la referencia que la Wikipedia le hace en Save Karyn. Y aún puedes encontrar más si te das una vuelta por Google.
NOTA: La página Save Karyn, en la que Karyn hacía su demanda, su petición de 20.000 dólares, también conserva (conservaba) una copia en The Wayback Machine. En estos momentos ya no está activa. Los responsables del servicio han decidido eliminarla.