Todos sabemos que un microondas tiene tres funciones específicas: descongelar un alimento, calentarlo o cocinarlo. Es un horno que no suele estar activo durante mucho tiempo seguido. A pesar de ello, cuatro compañeros de la Universidad de Pensilvania han desarrollado un proyecto para convertir la sosa cristalera frontal del aparato en una pantalla reproductora de vídeos de Youtube. Para ello han utilizado una Tablet PC como sustituto del cristal transparente.
El sistema lee el tiempo de cocinado especificado y envía de inmediato, a través de una conexión Ethernet, dicha información a un servidor que, al recibirla, comienza una rápida búsqueda en YouTube de un vídeo en el que coincida su duración con el tiempo enviado y lo envía a la pantalla o Tablet para que de comienzo su reproducción.
La idea, en el sentido de búsqueda y puesta en acción del vídeo, es aceptable. Lo que no le veo mucho sentido es que se utilice en un microondas para entretener al cocinero o cocinera mientras espera, como si el susodicho/a no tuviese otras cosas que hacer, como aliñar la ensalada, freír las patatas, preparar la cafetera, poner la mesa o sentarse en una silla a descansar pensando en las batuecas, entre otros menesteres. Lo que si es factible es la utilización del invento en otros medios o utensilios.
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