Desde siempre, la Navidad es una época del año, podíamos decir, memorable. Son muchas las personas que aprovechan estos días para realizar un viaje. Los lugares blancos, los espacios en los que el componente esencial es la nieve, son ideales para disfrutar unos días de descanso. No solo son válidos para los aficionados al esquí, son para todo el mundo, para relajarse y olvidarse de lo que transcurre día a día, para eliminar las tensiones.
Si no nos gustan las aglomeraciones, las que sufrimos en nuestras vacaciones de verano en la playa, debemos decidirnos a hacer un muñeco de nieve, a deslizarnos por terrenos en los que el blanco nos invita a gozar o a ver y guardar en nuestra memoria. Así que, lo mejor que podemos hacer es visitar Holidu, con el fin de descubrir todo lo que se nos ofrece.
Vacaciones para disfrutar
No serán unas vacaciones vulgares. Encontraremos el apartamento, la casa rural o el hotel que mejor se adapta a nuestras necesidades. Además de disfrutar del entorno teñido de blanco, podremos probar todo lo que nos ofrece la gastronomía y, como complemento, deslizarnos sobre la nieve. Serán unas vacaciones para soñar.
¿A dónde ir?
Cada uno tiene sus apetencias, pero existen algunos sitios que marcan un antes y un después. La visita no solo se quedará en eso, en un viaje a un lugar desconocido, sino que se grabará en el espacio de los recuerdos memorables. Por ello, y basándonos en lo que nos propone Holidu, hacemos las recomendaciones siguientes:
Helsinki, Finlandia
Es la ciudad más blanca de Europa, en la que no hay ni un solo momento para el aburrimiento. Está preparada para recibir a todos los visitantes que deseen acudir, disponen de todo lo necesario para ello. Además, la gastronomía es especial, con platos que marcan un antes y un después en nuestro devenir.
Recomendamos visitar el Museo del Diseño. A la hora de comer puedes utilizar dos buenos restaurantes: Lappi y Ravintola Kuu. Te proponemos escoger entre tres platos típicos de la gastronomía finesa: el Lohikeitto (sopa con salmón nata y patatas), el Kalakukko (pastel de pescado) y el Graavi Lohi (Trucha).
Tallin, Estonia
Situada en el mar Báltico, se trata de una ciudad en la que prima el encanto. En Navidades el casco antiguo es altamente singular, por lo que un paseo por sus calles y plazas es imprescindible. Por la noche hay que decidirse a visitar los mercados locales y a probar el vino caliente.
Recomendamos la visita de la Catedral Alexander Nevsky para fotografiarla bajo el manto blanco. En el restaurante Rataskaevu16 puedes disfrutar de una amplia carta, que encontrarás escrita en castellano.
Vilna, Lituania
Una ciudad que destaca por su arquitectura y su casco histórico medieval, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994. Pasear y visitar la ciudad es necesario para descubrir el arte singular que define muchas de sus calles.
Es de visita obligada la Iglesia de Santa Ana, en el centro histórico. Con sus ladrillos rojizos aporta una nota de color sobre el manto blanco. Tendrás además varios restaurantes para comer y, antes de hacerlo, podrás disfrutar de buenas tapas acompañadas de una cerveza.
Turku, Finlandia
El casco antiguo de la ciudad agrupa una enorme cantidad de joyas arquitectónicas. Enfúndate unos patines para desplazarte por el hielo y deslízate sobre el río Aura. Así podrás llegar a su Castillo de Piedra Gris. Y aún tienes mucho más…
Camina alrededor del casco antiguo de la ciudad disfrutando de joyas arquitectónicas como la Catedral, obra del gótico alemán, donde se profesa el culto luterano. Acércate también a la desembocadura del río Aura para visitar su emblemático Castillo de piedra gris. Y a la hora de comer date un disfrute gastronómico en el mercado cubierto Turun Kauppahalli, el sitio adecuado para degustar todas las delicias locales.
Oslo, Noruega
Los espacios verdes y los bosques rodean está emblemática ciudad del norte de Europa. Desayuna como si fueses un campeón y disponte a visitar la Ópera de Oslo. Es el punto de partida, para que a continuación te impregnes del ambiente navideño que baña muchas zonas del centro de la ciudad.
No te olvides de visitar la Ópera de Oslo, una verdadera obra de arte, que según algunos representa un barco varado. Para comer acércate a Mathallen, el mercado hipster de moda en Oslo, todo un referente gastronómico.
Kiev, Ucrania
Se trata de una joya arquitectónica situada a orillas del río Dniéper. Con la nieve se convierte en algo inigualable, lleno de un encanto especial. Además, se trata de un espacio asequible a la mayoría de los bolsillos. El descubrimiento de los monumentos que conforman la ciudad nos llenará de satisfacciones.
Explora los monumentos históricos que alberga la urbe, por ejemplo el Kiev Pechersk Lavra (Monasterio de las Cuevas), el monasterio ortodoxo más antiguo de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad desde 1990, con sus elegantes cúpulas doradas y su imponente belleza oriental. Y no te olvides de visitar la Catedral de Santa Sofía. A la hora de comer no te olvides de probar la Street Food ucraniana, como los deliciosos perritos calientes rebozados de Kyivska perepichka.
Kaunas, Lituania
Una ciudad que conserva en toda su esencia las raíces nacionales y culturales. Tras un desayuno típico, como los donuts tradicionales de Spurgine, dispongámonos a recordar la Edad Media visitando monumentos típicos.
El castillo Kauno Pilis, un edificio gótico de mediados del siglo XIV situado en una colina a orillas del Niemen, cerca de su confluencia con el Neris, es de obligada visita. Para comer visita XXXL Cepelinai y disfruta de la especialidad de la casa, un producto elaborado con una masa de patata rellena con carne de cerdo, servida con salsa agria y salsa de bacon
Conclusión
Podíamos seguir citando otras ciudades e indicando algunas de sus características, pero no queremos resultar pesados. Si aún no estás decidido, todavía no sabes a donde ir, no dudes en visitar Holidu y darte una vuelta por el sitio web. Seguro que descubrirás lo que deseas. Además puedes descargar la app para tu dispositivo móvil iOS o Android.