El veneno que producen las avispas es capaz de eliminar un elevado número de bacterias perjudiciales para el ser humano. Ello no significa que tal como se produce este veneno pueda ser utilizado directamente, ya que ello entraña notables riesgos porque muchos de los componentes que lo acompañan son tóxicos.
Investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han creado variantes del péptido (tipo de moléculas formadas por un reducido número de aminoácidos) producido por una variedad de avispa sudamericana, que es capaz de eliminar bacterias y que no afecta a nuestro organismo.
El trabajo de investigadores del MIT
Este grupo de investigadores ha experimentado con ratones y descubierto que el péptido más fuerte es capaz de eliminar la Pseudomonas aeruginosa, una cepa de bacterias que produce infecciones respiratorias y de otro tipo y, además, es resistente a la acción de los antibióticos.
Cesar de la Fuente Núñez, un postdoctorado del MIT, ha dicho lo siguiente: «Hemos reutilizado una molécula tóxica que es viable para tratar infecciones. Al analizar sistemáticamente la estructura y función de estos péptidos, hemos podido ajustar sus propiedades y actividad«.
Péptido que elimina a microbios
Al igual que muchos otros péptidos antimicrobianos, se cree que este péptido derivado del veneno mata a los microbios al romper las membranas de las células bacterianas. El péptido tiene una estructura helicoidal alfa, que se sabe que interactúa fuertemente con las membranas celulares.
Lo ha dicho de la Fuente Núñez: «Es un péptido lo suficientemente pequeño como para tratar de mutar la mayor cantidad posible de residuos de aminoácidos, para tratar de descubrir cómo cada bloque de construcción contribuye a la actividad antimicrobiana y a la toxicidad«.
Para medir la toxicidad de los péptidos, los investigadores los expusieron a células renales embrionarias humanas cultivadas en una placa de laboratorio. Seleccionaron los compuestos más prometedores para probar en ratones infectados con Pseudomonas aeruginosa, una fuente común de infecciones respiratorias y del tracto urinario, y encontraron que varios de los péptidos podrían reducir la infección. Uno de ellos, administrado en una dosis alta, podría eliminarlo por completo.
Conclusión
Cesar de la Fuente Núñez terminó diciendo lo siguiente: «Creo que algunos de los principios que hemos aprendido aquí pueden ser aplicables a otros péptidos similares que se derivan de la naturaleza. Cosas como la helicidad y la hidrofobicidad son muy importantes para muchas de estas moléculas, y algunas de las reglas que hemos aprendido aquí definitivamente pueden ser extrapoladas«.
Fuente: Mit News