El COVID-19, también conocido como coronavirus SARS-CoV-2, sigue estando ahí, provocando una gran cantidad de infecciones y unas cuantas muertes. Aunque muchas de esas infecciones son asintomáticas, producidas sobre todo en jóvenes, hay que buscar la forma de evitar que el virus actúe ocasionando daños en nuestro cuerpo.
La Universidad de Oxford, en colaboración con el gobierno del Reino Unido y el laboratorio británico AstraZeneca, está desarrollando una vacuna para combatir el COVID-19 que proporciona dos tipos de anticuerpos. Con ella, tras su aplicación, se conseguirá evitar que el virus se reproduzca y provoque daños.
Según nos cuentan en The Telegraph esta vacuna, aplicada ya a voluntarios participantes en los primeros ensayos, no solo genera los anticuerpos típicos que proporcionan otras vacunas, sino que también crea linfocitos T.
¿Qué son los linfocitos T?
Los linfocitos T son células, en realidad glóbulos blancos, que forman parte del sistema inmune de nuestro organismo que actúan impidiendo que ciertos microorganismos intracelulares, como es el caso del virus COVID-19, se repliquen o reproduzcan dentro de una célula.
Gracias a la creación de linfocitos T y de los otros anticuerpos, la vacuna mantendrá una notable seguridad en las personas, impidiendo que el coronavirus se multiplique por doquier.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, los linfocitos T se forman a partir de células madre en la médula ósea, lo que contribuye a combatir el cáncer y también, ¿por qué no?, a eliminar el COVID-19 al impedir su reproducción dentro del organismo humano.
Sobre la nueva vacuna
El presidente del Comité de Ética de Investigación de Berkshire, organismo que validó los ensayos de la Universidad de Oxford, David Carpenter, ha dicho al respecto lo siguiente: «Trabajando con una gran compañía farmacéutica, esa vacuna podría estar ampliamente disponible en septiembre. Ese es el objetivo con el que se están desenvolviendo«.
Aunque no se pueden poner nunca fechas definitivas, la elaboración de la nueva vacuna abre un campo a la esperanza. Ya existen más de 100 fórmulas en desarrollo para contrarrestar las acciones del COVID-19, y esta vacuna ocupa un lugar relevante en la lista.
A tener en cuenta
David Carpenter ha dicho así mismo: «La vacuna se basa en una versión debilitada del resfriado común que causa infecciones en los chimpancés. También contiene el material genético de la proteína espiga del SARS-CoV-2, la cepa del coronavirus que causa la enfermedad COVID-19«.
Lo que está claro es que hay que mantener la esperanza y poner todos los medios a nuestro alcance para luchar contra este virus que ha ocasionado y sigue ocasionando grandes males. Debemos tener también en cuenta que las mascarillas ayudan a prevenir un nuevo ataque de COVID-19. No nos olvidemos de respetar las normas.