Están a la orden del día. Me refiero a la ola de fraudes que cada día se producen en la red de redes, en Internet. El último se ha producido durante la noche del martes al miércoles en Estados Unidos y en otros países, cuando las cuentas de personajes famosos fueron hackeadas.
Los nuevos y eventuales propietarios de estas cuentas se dedicaron a publicar twits en los que solicitaban ayuda para luchar contra el COVID-19. Para ello utilizaban enlaces a páginas de bitcoin, la moneda virtual utilizada por millones de usuarios.
Entre las cuentas afectadas se encuentran las de Barack Obama, Elon Musk, Bill Gates, Jeff Bezos, Kanye West o la de la empresa Apple, entre otras muchas. Aunque no se puede saber con exactitud lo que han recaudado los hackers, algunos expertos dicen que han superado los 120.000 dólares en solo una noche, tal como nos cuentan en Business Insider.
Alguna de las cuentas hackedas recibieron más de 350 transacciones en pocas horas. Para que los que cayeron en la trampa no tuvieran sospechas de que se trataba de una trampa, las cuentas a las que había que realizar las transacciones fueron rellenadas con bitcoins horas antes de comenzar el fraude.
Aunque hemos citado solo las cuentas de personajes y empresas de alta solvencia, han sido muchas las que se han visto afectadas. Cuando Twitter se dio cuenta del problema desactivó el uso de la plataforma en varios lugares a nivel mundial.
El problema surgió por culpa de un agujero de seguridad existente en la plataforma de Twitter. Ello implicó que los ciberdelincuentes se aprovechasen y consiguiesen un beneficio monetario.
Al haberse utilizado el bitcoin como moneda de donación, el dinero va a ser muy difícil de recuperar, ya que es muy complicado controlar su seguimiento. Si se utilizase dinero clásico, sería más fácil averiguar ese camino, ya que tendría que desembocar en una cuenta bancaria o en la de una de las plataformas clásicas destinadas a hacer transacciones monetarias.