En Francia, Reino Unido, Suecia, Italia, Bélgica y las dos Alemanias, las antiguas repúblicas, utilizaron la guillotina como instrumento o máquina destinada a consumar la pena capital. Los antaño condenados a muerte en los países citados veían (mas bien los espectadores) como la cabeza se separaba de su tronco. Muchos creen que fue utilizada por primera vez en la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII, pero su origen se asienta en el siglo XIII en algunos de los países citados.
Ahora, dicen que con el fin de cumplir aquello de que los recortes son necesarios…, una empresa ha montado en Madrid (tal como nos cuentan en Europa Press) una tienda destinada a la venta de guillotinas. Son totalmente artesanales, de dos metros de altura, construidas en madera de pino maciza.
No sé si se ha vendido alguna, si hay algún excéntrico que gaste su dinero para conseguir una. ¿Qué puedes hacer con ella? Aunque la empresa que las vende las promocione para que sean colocadas como adorno (¿y algo más?) en el salón de casa, en el bar y hasta en la plaza, no le encuentro mucho sentido, pero ya sabemos que hay gente para todos los gustos… Opino, a pesar de todos los pesares, que ya se han consumado muchos recortes y que, los ciudadanos de a pie, no nos merecemos más… Y menos los recortes que producen máquinas como la citada.