Todos sabemos la incidencia que hoy tienen las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea en la sociedad actual. El uso de servicios como Facebook, Twitter, WhatsApp o Instagram ocupan una gran cantidad de tiempo de muchas personas en su devenir diario. No podemos decir que se conectan, sino que están conectados desde que se levantan hasta que se acuestan. Los teléfonos móviles son los instrumentos que sirven para gestionarlos, para recibir y enviar todo tipo de mensajes, para compartir publicaciones, o para realizar comentarios y/o establecer discusiones.
La dependencia del móvil
Vemos que la dependencia del móvil está habilitada en muchas de estas personas. Lo tienen siempre a mano, en casa y en la calle, sentados en el salón o en la mesa de la cocina o del comedor, andando por la acera, cruzando por un paso de cebra, o tomando un vino, una cerveza o un refresco en la barra o en una mesa de un bar. Son muchos los que padecen esa enfermedad moderna conocida como movilitis o smartphonitis. No importa la edad ni la condición social, afecta a todo tipo personas. Aunque, hay que aclarar, que no toda la población está encuadrada en el grupo.
A tener en cuenta
Los niños, con el consentimiento de sus padres, utilizan el teléfono móvil sin apenas control. Hacen lo que quieren con él. No importa que tengan pocos años o que ya estén en la adolescencia. Los padres les compran un dispositivo y, muchos, se ocupan de instalar las aplicaciones que les interesan, entre ellas WhatsApp. Y al hacerlo, no leen la Información legal que acompaña a estas apps. Son muy pocos, padres e hijos, que saben que la edad mínima para utilizar el popular servicio de mensajería es de 13 años.
De 13 a 16 años
Pero todo evoluciona (o involuciona, habría que discutirlo). Por ello, los responsables de WhatsApp, tal como nos cuentan en la cuenta de Twitter de WABetaInfo, han decidido cambiar la edad mínima de uso de dicha herramienta. Pasará a ser 16 años. Nadie, con una edad inferior, podrá utilizar legalmente WhatsApp.
Conclusión
A todos (o al menos a mí y a otras personas que conozco) nos surge la pregunta: ¿quienes serán los que controlen el cumplimiento de la norma? Está claro que los responsables de WhatsApp no serán capaces de hacerlo, tal como hicieron hasta ahora, con los 13 de años de edad mínima. ¿Lo harán los padres? Si no lo hicieron hasta ahora, seguirán igual, sus hijos tendrán un móvil de última generación, cueste lo que cueste. Así que, concluyo, ¿servirá para algo la nueva norma?